A veces me costaría tan poco
cruzar la línea, saltar la raya,
dinamitarme la tapa de los sesos
y que todo quedara al aire.
Me costaría muy poco ser como tú
y tener el dedo meñique roto
o dar patadas con el corazón.
No me costaría darte la vuelta
ni dormir boca abajo
ni llegar pasada la hora en punto.
Podría hablarte al revés
para que no me entiendas,
mirar a otro lado
cuando supiese lo que quiero,
torcer el gesto y la nariz
para que veas como soy
y arrastrarme hasta mi madriguera
con la luna llena.
Seria tan fácil para mi
arrancarte los días de color,
dejar que te devoren las ideas
y tatuarte una luz roja de auxilio,
o mas fácil aun plantar enredaderas
bajo tu lengua para que no te encuentres.
Seria tan fácil ordenar mis sueños uno a uno,
cortar en dos o en tres la primavera,
y responderme “si” a todo lo que me pregunto.
Seria tan fácil si estuviera despierto.