Que sola te siento
muñeca rubia de trapo.
Encerrada en una vida
que te aprieta y atenaza
como los dedos de un hombre,
de todos los hombres
que pasaron por tus puentes
bellos o feos a la espera
de una pirueta mortal
mientras gritas socorro
una, dos, tres veces,
desde lo mas alto de ti misma
y cierras los ojos
para que tu cuerpo
haga vaivén
entre la vida y tu vida de verdad.
Esa que quieres matar
a los ojos del mundo
y la que el mundo espera ver.
Que sola estas
muñeca rubia de trapo.