Si fuera una flor,
tendría miedo
de que cualquiera me arrancase
de la realidad.
Si fuera un animal,
acecharía en la sombra
para matar de miedo.
Si fuera un color,
seria frío para andar abrazado
y andaría abrazado
para ser calido.
Si fuera una cualidad,
me sorprendería.
Si fuera un sonido,
sonaría como el eco
y con una vez que lo dijera
seria suficiente.