30 de septiembre de 2010

PAN NEGRO

Decía

que eran días de pan negro.

Días que se amontonaban

como recuerdos.

Eran días de lluvia

detrás de los cristales

y delante de los ojos.

Días de besos perdidos.

Decía

que eran días de pan negro.

Días de mirar alrededor

y rezar bajito muy deprisa

por si dios esa noche

creía en ti

y llamaban a la puerta.

Eran días

para disparar gritos

en silencio

por no haber aprendido

por saltar al vacío con red

por tirar la basura a la basura

sin separar las mierdas…

por perder la cabeza.

Decía

Que eran días de pan negro.

Cuando quiso abrir los ojos

tirarse de los dedos

desperezar la pierna abandonada

dejar únicamente

días rojos en el calendario

o comprar un reloj

que marcara todas las horas,

ya tenía el culo gordo

de tragar pan negro.