Sacude el viento
tiempos y caminos
y borra tus huellas…
poeta.
Lastima que mueran los poetas
y veamos morir con ellos
las palabras que les hicieron soñar.
Un dios mira desde algún sitio al poeta
y ordena al viento que sople
y se lleve por los aires
todas las letras que encuentre.
Y el poeta guiña los ojos
y se sacude el polvo de la cara:
“es el viento que juega” piensa
y mientra ve pasar a su lado
un torbellino de versos descolocados,
pierde el tiempo pensando
en domesticar ese viento
y volver a ordenar las letras
para que sean otras palabras
y las palabras para que sean otros versos
y los versos sean viento
que aviven las ideas
y los vientos tempestades
que se lleven las hojas muertas.
Y luego se deja querer
y hace lo mismo con el mar
y con las olas
y después con el fuego hambriento
de vida nueva
y luego con las personas
hambrientas de fuego
y así este poeta loco,
echo de sombras
nos va descolocando
sin prisa
a cada uno en su sitio.
Una huella, es un hilo invisible en la vida,
una mano, un funcionario de nuestra boca,
una cabeza, el país de la sin razón
una idea, una revolución en marcha
un verso, es una herida en un poema
un poema es el viento
que se vuelve tempestad
que juega con las olas
que alimenta el fuego
y que huye silbando
y vive mas que los palacios encantados,
y mas que todos los hijos de hijos
engendrados con su amor,
y siempre mas que el propio poeta.
Lastima que veamos morir las palabras
que hicieron soñar a los poetas.
Sacude el viento
tiempos y caminos
y besa tus huellas…