10 de septiembre de 2011

Los viajes de vuelta

Los viajes de vuelta
siempre me dejan roto.
Me cuesta reconocer
donde guardé el animo,
la pipa de agua,
los amores de papel,
febrero sin terminar,
una dirección prohibida
y una clave de sol
entre fusa y semi difusa.
No consigo encontrar
los zapatos negros,
unas balas de verdad,
el reloj de horas malgastadas,
un tatuaje mas que molesto,
y mucho menos los libros
que me ayudan a dormir
sobre dios y Satán.
Tengo que domar
otra vez, ideas antiguas,
sacudirme cenizas,
borrar un par de teléfonos
que no contestan jamás,
y rebelarme por todas
las tardes de ramos y
los ramos de pasión.
Son las cuatro de la mañana
y tengo el firme propósito
de que pronto, vuelva
a reconocerme
entre tanta letra pequeña
que me cuesta pronunciar
y entre tanto viaje
de ida y vuelta.