Hoy juego yo solo
a que se quede quieta la luna.
Dice mi madre, dice,
que me vista de hombre loco
y que corra gritando “eco”
de vez en cuando,
que pise charcos,
que piense en alto
para que la luna pueda verse en ellos.
Dice mi madre, dice,
Que llegue como sea pidiendo amor
que no me canse
que bese boca a boca
para descubrir los engaños
que juegan con las lenguas
y se enredan en sus labios.
Y que vuelva a prenderlos
para que la luna
no pueda hacerlos daño.
Dice mi madre, dice,
que me ande con cuidado
que ponga un pie
antes que el otro,
que mi sombra va conmigo
que mi amigo no hable en alto,
que si me dicen ven
lo deje todo
que si ato, ate en corto
que si lo pienso
he tenido suerte
que una buena vida,
merece una buena muerte
y que si juegas de noche
a que se quede quieta la luna
dice mi madre, dice,
que sea la luna
la que quiera verte.