Vivir con las botas puestas
es estar siempre preparado…
a dar zancadas
para llegar a ti,
y a dar pasos cortos
para no despertarte después.
Vivir con las botas puestas
es estar siempre preparado…
a correr para vivir.
A bailar cogidos y pisarte…
para saber que no es un sueño.
Vivir con las botas puestas
es estar siempre preparado…
a huir para vivir.
A llegar tan lejos
que solo pueda volver a ti.
A patear por estupida, la estupidez.
Vivir con las botas puestas y limpias
para que la muerte
no te pille desprevenido.