(I) Desea pertenecer al mundo real. Al mundo que coge con las manos y toca con los dedos. A un mundo que él, pueda sentir. Desde su encierro de oro, Mítico espera que otro, con una magia mas poderosa que la suya, lo rescate rompiendo los barrotes de su jaula y le diga que únicamente, es un hombre y como tal puede vivir.
(II) Camina despacio, triste, sola. Con la seguridad de que siempre será así. Hubo un día que admiró atónita todo aquello que su dios había puesto en la tierra para disfrutar. Cuando aquel dios sin misericordia le dijo con una sonrisa: “ Tengo un trabajo sucio para ti”, La Negra, supo que estaría condenada para siempre.
(III) Escucharme ahora debes, Luck: Otros tiempos conocí, Adoy mi nombre era y feliz estaba de no conocer de la fuerza su oscuro lado. A otros como a mí su poder cautivó pero a ninguno maldijo con esta altura, estas orejas y esta forma de hablar. Del pelo comentar no quiero. Harto de todo ello estoy, Luck: tu matarme no podrías?