Iba la boca,
queriendo decir
mas que los ojos,
y los ojos
mas que los gestos,
y los gestos traducían
aquella idea loca
que contaba su boca
despacito hasta la mía
Porque las bocas
se hablan
y a veces… se quieren
otras se arrastran
o se llaman
y lo hacen sin voces
sin esos rumores atroces
que reflejan las palabras
Y cuando callan, no paran.
Se preguntan en silencio,
se disparan las mirada
y se envuelven
en ecos cercanos
de cualquier idea loca
que sueña ansiosa mi boca
cuando va llegando hasta la suya,
entre besos de labios feroces
y gritos de amor sin voces,
por mas despacio que huya.