24 de mayo de 2010

CONJUNTO VACIO


En un conjunto vacío,
cabe de todo.
Cabe una luz de cristal
llena de tiempo y de recuerdos.
Quizá, una desilusión o dos, creo.

Cabe un hoja de papel en blanco
dispuesta a compartir cuarenta líneas,
ochocientas treinta y dos palabras,
una idea, un pasión, una historia
dos personajes, uno sin rumbo,
un beso rojo en una esquina
y una lagrima como punto y final.

Cabemos tu y yo,
a todas horas,
aunque tu cabes mas, porque
abres los brazos, bailas ritmos locos,
gritas sortilegios y abrazas con fuerza
mientras yo a veces, casi siempre,
lucho por sacar un pie.
Ese pie es la península liberada de mi animo.

En un conjunto vacío,
a veces cabe un viaje
al extranjero de tu cuerpo,
con escalas interminables
en salas de espera como espaldas
o vientres lisos y algún aterrizaje forzoso
entre las rodillas y el ombligo.
O entre las costillas.

En un conjunto vacío
cabe de todo
como en las historias de amor.
Y entonces se retuerce de gusto
hasta convertirse en un ocho.



18 de mayo de 2010

HOY POR HOY

PARTE I

- Vamos, vístete. Se nos hará tarde.

- Ya voy. Recogiste mi traje de la tintorería?

- Si, esta colgado en el armario.

- Creo que no ha sido buena idea volverá a salir con estos dos.

- Anda date prisa. A mi me parece una buena idea y Marta es un encanto.

- Es una pesada. Blanca o azul?

- No te oigo. Habla mas alto. No se oye nada con el grifo abierto.

- La camisa: blanca o azul? A mi Ernesto me cae bien. Tapa luego el tubo de…

- La blanca. A mi me parece simple y ya lo he tapado. Y date prisa.

- Te imaginas que terminarán juntos?

- Ya lo he pensado pero no los veo.

- Mira tu y yo: quien nos lo iba a decir hace un año!

- Veras como llegamos tarde. Donde has estado hoy?

- En Segovia comiendo con los japoneses, hasta ahora mismo.

- Me falta una media.

- La puse yo debajo de la cama.

- Para que?

- Para que no se me olvidara decirte que te quiero. Quieres que te la ponga?

- Anda estate quieto que no llegamos. Yo también te quiero.

- Me pongo los zapatos y nos vamos. Recogemos esto?

- No da tiempo. Mañana cuando salga a comer vengo y lo arreglo un poco. Baja y ves sacando el coche del garaje mientras me peino.

- Te espero abajo.

PARTE II

- Hola, buenas noches, perdonad el retraso. Has tenido un buen día cariño?

- Aburrido como todos. Estoy pensando en ponerme a trabajar.

- Bueno ya hablaremos. Que tal Ernesto, hace mucho que esperáis?

- Nada hombre, quince minutos. Yo cuando he llegado ya estaba Marta. Hola Sara, se te nota cansada.

- El bobo de Alberto, mi jefe, hasta ultima hora con la cuenta de los relojeros suizos. Que si esto, que si lo otro, que si así la perdemos… hola Marta, estas guapísima. Menos mal que me acorde que Andrés iba a Segovia y le llame para que me recogiera, como le pillaba de camino…a oye Marta, ni se te ocurra buscarte un trabajo: te quita la vida.

- Bueno ya esta bien de charla, vamos a tomar algo. Camarero, una botella de champaña a cuenta de los japoneses. Que tal el trabajo Ernesto?

- Bien aunque no tan cansado como el tuyo, todo el día arriba y abajo entrando y saliendo. A mi me gusta la tranquilidad y el silencio de mi biblioteca y soy feliz entre libros. Hay que pedir al camarero un poco de agua para tomarme el antiácido que si no por la noche el estomago no me deja dormir.

- Sara me tienes que decir a que peluquería vas. Siempre te dejan monísima.

- Esto me lo hago yo antes de salir. Voy a la peluquería cada quince días pero nada, te lo dejan como quieren. Ahora ha llegado un chico que ya le puedes pedir lo que quieras, te dice que eso no te quedaría bien y te hace lo que le da la gana.

- Hombres. Todos iguales. Lo bien que estaríamos sin ellos. Si no fuera por lo que es…

- Es verdad Marta. Visto uno vistos todos. No entiendo a esas bobas que se divorcian y vuelven a casarse.

- Pues fíjate las que se echan amante. Hay que estar tonta para aguantar a dos en vez de uno.

- Señoras, por favor, que hay caballeros. Ernesto si las dejamos solas un rato nos abandonan. Quieres bailar cariño?

- No se como tienes ganas. A mi los zapatos me están matando baila con Sara si a Ernesto no le importa.

- No claro, yo tengo que esperar al camarero y además bailar no es mi fuerte.

- Bueno señora, pues si quiere hacerme el honor…

- No se. Tengo las piernas cansadísimas. Aunque si no… vaya vida. De casa al trabajo y del trabajo a casa. Menos mal que hemos empezado a salir con vosotros este ultimo año. De acuerdo Andrés pero llévame tu.

PARTE III

- Me apetece besarte y apoyar la cabeza en ti.

- De acuerdo. Y luego yo reparto octavillas diciendo que nos queremos.

- Igual no hace falta. Esta empezando a notarse el mordisco del labio.

- Diré que fue el cochinillo que estaba poco hecho. Te quiero.

- Y yo a ti. Sepárate un poco que viene Marta.

- Que vamos a pedir la carta para cenar. Queréis algo especial o pedimos Ernesto y yo que sabemos lo que os gusta?

- Por mi de acuerdo.

- Por mi esta bien. Id pidiendo y dile a Ernesto que no tome carne por la noche. Marta son unos zapatos preciosos……………………………..Tu crees que sospechan algo?

- No lo creo. Me he dejado la cartera de trabajo en el estudio.

- Por cierto, mientras esperaba que llegases ha subido el portero a cobrar el alquiler. Dice que lo van a subir un diez por ciento para el próximo año. Igual deberíamos buscar algo mas económico?

- Bueno ya veremos. Donde vamos de vacaciones? Había pensado una semana en Túnez a mediados de julio aprovechando la feria de la Tecnología Mediterránea del Norte de África.

- Creo que podré arreglarlo. Aunque como siga así voy a llegar muerta. Tu que dices: no te cansa esto que hacemos?

- No. A mi bailar me relaja.

- Andrés, te quiero.

- Me conformo con eso pero que sepas que yo además te querré siempre. Nos vemos mañana y preparo la comida?

- Mañana no. Voy al medico con mi marido.

Clip de la musica que suena mientras Sara y Andres bailan.


11 de mayo de 2010

BOCA A BOCA

Iba la boca,

queriendo decir

mas que los ojos,

y los ojos

mas que los gestos,

y los gestos traducían

aquella idea loca

que contaba su boca

despacito hasta la mía

Porque las bocas

se hablan

y a veces… se quieren

otras se arrastran

o se llaman

y lo hacen sin voces

sin esos rumores atroces

que reflejan las palabras

Y cuando callan, no paran.

Se preguntan en silencio,

se disparan las mirada

y se envuelven

en ecos cercanos

de cualquier idea loca

que sueña ansiosa mi boca

cuando va llegando hasta la suya,

entre besos de labios feroces

y gritos de amor sin voces,

por mas despacio que huya.

7 de mayo de 2010

AUSENCIA

Llevo puestos tus guantes. Unos guantes rojos de lana y grises de frío, con los que llegabas hasta mi. Con ellos acaricio las mañanas, antes de amanecer. Como hacia contigo. Me sirven para contar uno a uno, dedo a dedo, las sombras tuyas que encuentro por la casa, ahora que no estas. Son guantes de agarrar recuerdos.

Y unos calcetines que quedaron olvidados en una esquina del cajón de tu mesilla y me parecieron tristes. También me los puse. Por si les daban por llevarme hasta ti cualquier día. O mejor, todos los días.

Además me colgué aquella bufanda que nos compramos a medias las primeras navidades que pasamos juntos. Tenia una punta tuya y otra mía. Recuerdo que la mía decidió irse contigo para siempre. Como yo. Tiene los flecos despeinados, así como tu cabello, difícil de domar, difícil de peinar. Como tu cabello.

Y abrí tu paraguas azul, uno pequeño casi infantil que apenas nos cubría la cabeza. Claro que aún andábamos juntos, tú y yo, los días de lluvia. Y los días de sol. Y las mañanas de domingo. Y las noches de verano. Y la vida era eterna.

Ahora, con estas pocas ilusiones que me arropan los silencios tan insoportables, espero que vuelvas, aquí sentado en el suelo, en el refugio-rincón que compartíamos hasta ayer, abrazando las piernas con mis manos, acurrucado, encogido, hecho un ovillo pequeño de esperanza, color verde.


3 de mayo de 2010

OSCAR MARINO CERRO

Nadie me ayuda? Mama, estoy cansado. Porque no puedo abrir los ojos, ni mover las manos, ni las piernas. Creo que pasan los días y no siento el sol o el aire. Cuanto tiempo llevo aquí, mama? A veces te oigo muy lejos como en un sueño. Sigues ahí? Llama a papa. Papa lo sabe todo. Dile que me saque de este pozo. Porque es un pozo verdad mama? Tengo ganas de llorar pero no quiero que nadie se entere. Cuanto tiempo llevo aquí? Porque no me saca nadie? Diles que me ayuden! Que me saquen! Quiero volver a casa! Sácame, mama, por favor. No me importa llorar, tengo miedo, mama, no quiero seguir solo, por favor ayúdame.

Tengo frío. Creo que voy a dormirme… buenas noches mama… mañana voy al colegio?... dile a papa que me saque… quiero volver a casa… puedo comer mas tarta?... tengo frío… mama… porque no me…

Oscar tiene veintiún años y los últimos diez los ha pasado en coma. El hospital no cree que se recupere. Su madre, viene todos los días para hablar un rato con él. Su padre hace siete años que se suicido. Los medico dicen que Oscar no ve, que no oye, que no siente nada. Que no tiene estímulos nerviosos salvo una ligera actividad cerebral que no entienden muy bien pero que reprimen con un sedante fuerte, durante mas de veinte horas al día. Si desconectan a Oscar, de dos bombas de medicamentos, tres monitores, sesenta y dos electrodos a lo largo de su cuerpo y su cabeza, una sonda gástrica, otra urinaria y un respirador artificial, se muere.

Aunque nadie lo sabe a Oscar aun le quedan sesenta años, siete meses y un dia de vida. Algo mas, contando los años bisiestos.