30 de septiembre de 2010

PAN NEGRO

Decía

que eran días de pan negro.

Días que se amontonaban

como recuerdos.

Eran días de lluvia

detrás de los cristales

y delante de los ojos.

Días de besos perdidos.

Decía

que eran días de pan negro.

Días de mirar alrededor

y rezar bajito muy deprisa

por si dios esa noche

creía en ti

y llamaban a la puerta.

Eran días

para disparar gritos

en silencio

por no haber aprendido

por saltar al vacío con red

por tirar la basura a la basura

sin separar las mierdas…

por perder la cabeza.

Decía

Que eran días de pan negro.

Cuando quiso abrir los ojos

tirarse de los dedos

desperezar la pierna abandonada

dejar únicamente

días rojos en el calendario

o comprar un reloj

que marcara todas las horas,

ya tenía el culo gordo

de tragar pan negro.

24 de septiembre de 2010

QUIZÁS NO HAGA FALTA

Un día exageras la vida

y te encuentras

los libros abiertos

y las hojas en blanco.

Revuelves,

el desván de las ideas

con olor a formol

y de paso riegas

un cactus sin espinas

que no crece

porque no le hablas.

Y luego piensas

que quizás los libros

hace tiempo,

cambiaron sus letras y sus ideas

que servían para soñar

o sencillamente,

para tener los recuerdos juntos.

Quizás no haga falta

exagerar la vida

y debamos cerrar

los libros abiertos

y recordar

todas las letras perdidas

que nos hicieron llorar,

convertidas

en mensajes de arena fina

mientras esperamos

que no se ciegue la abertura

por la que a veces

ves pasar el tiempo

los días que exageras la vida.

20 de septiembre de 2010

DESESPERACIÓN

Cuando ya no te quede oxigeno que respirar, aguanta el aliento y huye. Tira la bolsa que te lastra con su carga de verdades necesarias, sus realidades transparentes, un hígado hinchado de filtrar residuos y escapa. Corre por el arcén como si hubiera dios y creyera en ti y con lo que sea que te quede en los pulmones intenta un ultimo esfuerzo y avanza. Con suerte un ateroma de recuerdos recalara en tu cerebro y un ictus te dejara estúpido para el resto de tu vida. Sin suerte, algún milagro biomecánico conseguirá que llegues hasta la orilla del mar y cuando el agua te despeje los sentidos embotados por la asfixia utiliza ese ultimo instante de conocimiento para hacer algo que merezca la pena en tu vida y sigue caminando mar adentro hasta que el agua te llega al vientre, al pecho y termine por taparte la nariz y cubrirte entero. Cuando sientas el abrazo del mar sin palabras, sin reproches sin peros, como si volvieras a los brazos seguros y calidos de una madre convertido otra vez en niño entonces abre los ojos, aspira profundamente… y vuelve a ser feliz.

Pasea despacio por el fondo del mar, recorre con la mirada el azul mas profundo, cuida de no pisar una sola estrella o de molestar a ningún tritón. Ojo con las sirenas, acaricia el coral, saluda las mareas y cuenta que no falten las ballenas que deben estar. Luego busca un castillo encantado a la entrada de una ciudad perdida, abre la puerta con la llave que te mostrara un pez mayordomo y enciérrate a descansar. Si tienes suerte pasaras feliz lo que te quede de vida. Si no tienes suerte algún idiota quitara el tapón al mar y todo se perderá engullido por el vértigo de un remolino girando en dirección contraria a las agujas de un reloj. Eso si, cuando todo acabe, podrás volver a respirar oxigeno y recordar que sigues vivo.

14 de septiembre de 2010

RETRATO ROBOT

He rescatado del fondo de un cajón el dibujo, de alguien que seguramente amé. En una esquina, abajo, a la derecha dice: “te quiero”. Es una hoja de papel amarillentos con los bordes mordidos por el tiempo y el olvido, doblado en dos y aparece el retrato borroso y apagado de alguien que ya no recuerdo y sin embargo la memoria de lápiz me dice que la quise.

Trato de situarme en aquel tiempo y quiero recordar como vivía que sentía o como eras tú que una vez te grabe en el recuerdo porque te quería. Quien eras? Como me mirabas o te encendías? Como he podido olvidarte? Quizá tuvieras el pelo negro, suave y una piel sonrosada a punto de recibir el sol de toda una vida. Unos ojos limpios de mirada profunda preparados para quedarse distraído en ellos. Creo recordar que soñaba mas de una noche con ellos. Y también soñaba con tu boca, una boca que me contaba historias encantadas, imposibles, historias que no podían suceder y que yo creía sin dudar solo porque las contabas tú. Aquella boca debía tener una voz cálida y dulce para poderme hipnotizar y unos labios que ponían imágenes a las palabras y puntualizaban con sus muecas la magia de aquellos relatos.

Y recuerdo una nariz que escribía letras sobre mi cara cuando me despistaba y me quedaba perdido mirando a la nada que tenia delante descubriendo si el futuro era como yo creía. A saber la carga de palabras que llevare escritas en mi.

Bien pensado, no debía quererla, sino ¿como se puede borrar de la memoria a alguien que has querido?. Seas quien seas, debí escribir ese “te quiero” para no verte llorar. Se me hace raro pensar que alguien que no recuerdo pudiera llorar por mi.

Quizá aun piense en mi, quizá aun me quiera y sueñe con mi regreso alguna vez o quizá nunca existió y no pudo grabarme “te quiero” con la punta de la nariz.

Y por eso la he olvidado.

13 de septiembre de 2010

ROMANCE

Por la calle arriba

pasea la niña

vestida de fiesta,

con zapato de tacón

alto para la ocasión

y un bolso grande de cuero

que sujeta con firmeza

y con la otra mano

dibuja guirnaldas y flores

sobre un cielo de colores

que pinta a su antojo.

Feliz espera y espera

todo el mundo puede verla

la luz, la sombra en el suelo

el sol abrazando su pelo

y no deja de bailar

con pasos cortos y firmes

como le gusta a su novio

ese gitano guapo y moreno

con ojos de veneno

que la tiene enamora.

Y se juntan cuando pueden

y se dicen y se cuentan

él de noche la ronda

que no hay cara que se esconda

de un gitano ni de su luna.

Dice su madre

que no quiere amores

que la niña aun verdea

y que el gitano que la desea

no es pa desposarla

y que si acaso el señorito chico

que aunque no baile ni enamore

es un partido cabal

y no ese hijo de tal

que solo viene a robar.

Por la calle abajo

llega un gitano camisa blanca

tez morena ojos de fuego

y en la boca a gritos un ruego:

que le dé la niña pa quererla

pa mimarla, pa cuidarla

hasta que ya no tenga fuerzas

que el sabrá ser un hombre

y a cambio solo oírla decir su nombre.

La niña lo ve a lo lejos

la vista se enloquece

el corazón se le para

ay dios que llega un gitano

para llevarse su mano

su alma y su estampa

y su madre por medio

¡a esta no te la robas!

mira bien lo que te digo

desde ahora te maldigo

si terminas por llevarla.

Señora: la quiero mas que a nada

ni el sol quiere mas a la luna

ni la luna cuando regala plata

esas noches que mata

por amor al sol de su alma.

No trate de separarnos

nos vamos y para siempre

si supiera cuanto la quiero

no hay oro ni joyas ni dinero

que puedan desenamorarnos.

Y abraza riendo a la niña

y la niña le ríe y abraza

y juntos, juntos se van cantando

y su madre sigue llorando

anclada a la puerta, a su pueblo

y a un pasado lejano

que hace tiempo la mata:

lo sabia, sabia que el destino es malo

y el diablo ronda que ronda con un palo

pues que el diablo se haga cargo.

bastante ya he tenido

con intentar evitarlo.

Primero mi marido con la puta de la Juana

y ahora el hijo de ellos, se fuga con su hermana.

8 de septiembre de 2010

VIA LACTEA

(Para Elena y Javier)

Cuantas estrellas hay que mirar antes de llorar?

y para escapar a otro mundo?

para saltar barreras?

cruzar la frontera

encontrar palabras ocultas

en sueños nocturnos

de las horas mas frías

con luces solitarias

sombras en blanco y negro

lagrimas dulces

labios de mujer.

Lagrimas solitarias

besos en blanco y negro

labios dulces

sombras de mujer.

Cuantas lagrimas se necesitan para llenar un río?

7 de septiembre de 2010

TU NOMBRE

rosas rojas me recuerdan tu nombre

cosido a los labios

con palabras de plata,

con agujas de hielo

con saliva de luna blanca

rosas rojas me recuerdan tu nombre

atado a la noche

con cadenas y anclas

con hierro fundido a tu cuerpo

abrazando la nada

rosas rojas me recuerdan tu nombre

unido a ti

con besos rompiendo la calma

con un te quiero, te quiero

que sacude toda el alma

rosas rojas me recuerdan tu nombre

de mil cielos con sus mil llamas

y una danza con la muerte

gritando fuerte

me recuerda tu voz callada

tu nombre rosa roja,

me recuerda la noche

encerrada en luz de alba.