25 de marzo de 2010

LA ROSA PURPURA DE EL CAIRO

Las dos primeras entradas del dialogo así como el titulo, pertenecen a la película de Wody Allen. El resto no.

- Tom: De donde yo vengo las personas nunca te desilusionan, son consecuentes, siempre puedes contar con ellas.

-Cecilia: Así no encontraras a nadie en la vida real.

- Tom: Puede ser pero quiero comprobarlo.

- Cecilia: Eso son problemas. Nadie quiere vivir en un mundo que no sea real.

- Tom: Porque? No lo entiendo.

- Cecilia: La vida real es mas cómoda. Sabes quien eres y lo que tienes que hacer. Todos se encargan de decírtelo o de que lo recuerdes: quien eres, hasta donde puedes llegar, con quien vivir, que comer o a quien tienes que odiar. Así vivimos. Así somos felices.

- Tom: Y de donde yo vengo es peor?

- Cecilia: Tu vienes de lo que no es real. En poco tiempo esta realidad también te absorberá y terminaras por no saber que te hizo salir de la pantalla.

- Tom: No, eso no ocurrirá. Tu estarás para recordármelo.

- Cecilia: Yo soy tu ilusión en el mundo real. Confías en mi porque quieres, porque necesitas a alguien en quien confiar. Has llegado con las ideas que tenias como personaje de ficción. Aquí las llamamos ilusiones y antes de que te des cuenta las habrás olvidado o sufrirás por no haberlo hecho.

- Tom: Es como si quisieras que volviera a mi mundo.

-Cecilia: Deberías. Te harás daño o lo que es peor: puedes hacérselo a los demás.

- Tom: Y vosotros no os lo hacéis? Acaso yo haré un daño mayor?

- Cecilia: No lo entiendes. Seguramente no será mayor ni distinto. La diferencia esta en que será inesperado. En el mundo real sabemos que vamos a sufrir y procuramos evitarlo, pero cuando ocurre estamos preparados y eso nos amortigua el dolor. Tu llegas con tus ideas nuevas y nos haces comprender que hemos creado un mundo complejo, superficial y estupido a nuestra medida que llamamos realidad y en el que nos encontramos seguros. No queremos que nada ni nadie lo destruya. Somos como esos bichitos que viven en el agua sucia, si les cambias el agua, no lo resisten.

- Tom: Tampoco podré contar contigo?

- Cecilia: Yo vengo al cine a ver una película. Te quiero pero no soy parte de ella.

Tom dio un salto y aterrizo en el patio de butacas, se giro para ver a Cecilia por ultima vez con sus ojos de blanco y negro y después se encamino con paso decidido hacia la salida del cine.

La entrada a un mundo real que no era el suyo.