Invoco al maligno
de las alas negras
señor de los mil
demonios
lucifer caído en
desgracia
satanas del mundo
yermo
belcebú de las
almas perdidas
maldito por
omisión divina
infierno sin luz
de día.
A ti rey del mal,
te cedo
el alma y la vida
A ti rey del mal,
a ti te pido,
que seas mi guía.
Luego apareció
ella
y con un beso
desarmó
al diablo.