30 de diciembre de 2013

Cuando el verano se fué...



(por Rodrigo Gamella Montalbán)

         Cuando el verano se fué, arrojo una lágrima al mar y esta se hundió entre la infinidad de agujas, cayendo hasta el final del pozo donde encontró un campo de trigo por el que tuvo que viajar durante horas, días y años.

            Se enamoro de todas y cada una de las mágicas hadas que encontraba al cambiar de dirección. Soñó que cabalgaba a lomos de un caballo de cristal mientras dormía en una nube de recuerdos robados por la erosión y bailó con sus sombras por conseguir el humo de un amor que le quemaba por dentro.

            Y durmió acompañado de la distancia y la seguridad que da la noche diurna. Todo porque el invierno volvió a estar de moda.

            Nunca debiste quitarte aquella bufanda.