15 de febrero de 2011

Se

Sé que mientras sostenga
un lápiz entre los dedos,
nada malo me puede pasar.
Suelo quedarme así,
con un lápiz bailando
entre las mentiras de mi mano
y sujetando un cuaderno,
un tesoro, en la otra
esperando con paciencia
que aparezca un idea
para empezar a escribir.