Día a día voy tirando
de miedos y de palabras,
obligado a conocer
cual se muestra mejor fuera de mi.
Tengo miedos escondidos,
irracionales, viscerales, míticos, milimétricos,
tozudos y sin porque y día a día
los saco y los cuelgo al aire
para que no creen moho,
limpiarlos de su poca fe y que brillen al sol.
Luego los cubro de palabras bálsamo
para que articulen bien
y una capa fina de palabras de ocasión
para su tranquilidad.
Cuando al final del día vuelvo a ponerlos en su sitio
no se bien si las palabras cuidan mis miedos
o son estos los que hacen brillar las palabras
pero se que día a día las palabras
protegen a mis miedos y mis miedos
animan las palabras y no se dejan convencer.