27 de diciembre de 2012

Recuerdos de un mes de diciembre




Tú no podías saber que te quería.
No podías leerlo en mis ojos
cuando seguía tus pasos, cortos,
indecisos (yo sin duda)
de aquí para allá o más lejos aún.
No leías mis labios sin palabras,
gritando en voz baja,
que tú daño seria mi daño
y tú dolor seria para mí.
ni podías ver mi mano
alerta, siempre vigilante,
capaz de sujetar, corregir,
ayudar, limpiar, jugar,
acariciar, acunar y vivir
únicamente para ti.
A pesar de todo
no me encontraste sitio.
y hoy no consigo
ver una flor sin recordarte
ni una sola en la que no estés
ordenando de nuevo sus pétalos,
blancos, rojos, amarillos,
heridos de niño uno a uno,
mirándome fijamente
para que te señale algo
que ya no puedo recordar.
Y sonrisas. Mas de una
mas de mil, un millón de risas
como globos de colores
con los que jugar. Y palabras
todas las que pueda saber y recordar
todas las que me invente en esta vida
y en las que me queden por vivir.
Y besos abiertos como amapolas
         que nunca fueron suficientes
todos reducidos a un beso recuerdo
que me asesina por dentro,
un beso frío y triste que me dejó
los labios dormidos como los tuyos,
el corazón roto como el tuyo,
el animo muerto como tú.
Pues que sepas, que aún
tengo lagrimas palabras
recuerdos y besos para ti.
Y no importa si no estás!