Tú
no podías saber que te quería.
No
podías leerlo en mis ojos
cuando
seguía tus pasos, cortos,
indecisos
(yo sin duda)
de
aquí para allá o más lejos aún.
No
leías mis labios sin palabras,
gritando
en voz baja,
que
tú daño seria mi daño
y
tú dolor seria para mí.
ni
podías ver mi mano
alerta,
siempre vigilante,
capaz
de sujetar, corregir,
ayudar,
limpiar, jugar,
acariciar,
acunar y vivir
únicamente
para ti.
A
pesar de todo
no
me encontraste sitio.
y
hoy no consigo
ver
una flor sin recordarte
ni
una sola en la que no estés
ordenando
de nuevo sus pétalos,
blancos,
rojos, amarillos,
heridos
de niño uno a uno,
mirándome
fijamente
para
que te señale algo
que
ya no puedo recordar.
Y
sonrisas. Mas de una
mas
de mil, un millón de risas
como
globos de colores
con
los que jugar. Y palabras
todas
las que pueda saber y recordar
todas
las que me invente en esta vida
y
en las que me queden por vivir.
Y
besos abiertos como amapolas
que nunca fueron suficientes
todos
reducidos a un beso recuerdo
que
me asesina por dentro,
un
beso frío y triste que me dejó
los
labios dormidos como los tuyos,
el
corazón roto como el tuyo,
el
animo muerto como tú.
Pues
que sepas, que aún
tengo
lagrimas palabras
recuerdos
y besos para ti.
Y no importa si no estás!