De pequeño
nos cuentan que
los días
se van cosiendo
con hilos de
plata.
Que nacen
felizmente inexplorados,
y suspiran
el aire mas balsámico
antes de acabar
a tientas
contando
ejércitos de
palabras,
gestos, ademanes,
silencios, risas…
pura vanidad y
dolor.
Cuentan
que abrimos la
mirada
a un eterno rosario
de auroras azules
y así deducimos
el almanaque
eterno
lleno de horas
infinitas
y minutos orbitando
alrededor de millones
de segundos
imposibles de
contar.
De pequeño
las distancias
los tiempos
son pura ficción
son una verdad a
medias
que se llama
futuro
y mas a menudo
de lo que
queremos…
im-po-si-ble
de
soñar.