- ¡Hola! Te llamo para que me hagas reír.
- ¿Necesitas reír?
- No, yo no. Pero tú necesitas saber que estoy bien.
- De acuerdo:
- Doctor, me duele aquí y aquí y aquí y aquí también y también aquí…- y va tocando con su dedo índice una a una, prácticamente todas las partes su cuerpo.
- Lo que le duele no es el cuerpo. Es el dedo. Esta roto.
- Es divertido aunque un poco doloroso. Deberá aplicarse Nodolorol.
- Gracias por reírte. Es cierto. Necesitaba saber que estas bien.
- ¿Volverás?
- Claro. Olvidé una sonrisa.
- ¿Ella lo sabe?
- Debería. Todo esto no son más que matemáticas. Un juego de matemáticas y espejos donde todo es nada y nada es lo que parece ser.
- Asegúrate. Los viajes por hacer deberían incluir botiquín de serie.
- Y los corazones de cristal seguros a todo riesgo. Son demasiado frágiles.
- Un beso.
- Un beso.