(“Si mi dios fuera tu dios…”
- no tiene sentido)
De manera cotidiana
voy traduciendo
mi vida a versos
pero lo hago mal
despacio y lento.
A veces me sorprendo
esperando que haya otro sol
por la noche y sueño
con ejércitos de puñales
que quieren hacerme daño
pero no pueden llegar hasta mi.
Sueño que cierro los ojos
y tengo que recordar una a una
todas las palabras que no sé.
(“si mi dios fuera tu dios…”
- no, no lo tiene.